domingo, 26 de febrero de 2012

Agujeros negros: fantasia o realidad.


Un agujero negro1 u hoyo negro2 es una región del espacio-tiempo provocada por una gran concentración de masa en su interior, con enorme aumento de la densidad, lo que genera un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni siquiera los fotones de luz, pueden escapar de dicha región.
La curvatura del espacio-tiempo o «gravedad de un agujero negro» provoca una singularidad envuelta por una superficie cerrada, llamada horizonte de sucesos. Esto es una consecuencia de las ecuaciones de campo de Einstein. El horizonte de sucesos separa la región del agujero negro del resto del Universo y es la superficie límite del espacio a partir de la cual ninguna partícula puede salir, incluyendo la luz. Dicha curvatura es estudiada por la relatividad general, la que predijo la existencia de los agujeros negros y fue su primer indicio. En los años 70, Hawking, Ellis y Penrose demostraron varios teoremas importantes sobre la ocurrencia y geometría de los agujeros negros.3 Previamente, en 1963, Roy Kerr había demostrado que en un espacio-tiempo de cuatro dimensiones todos los agujeros negros debían tener una geometría cuasi-esférica determinada por tres parámetros: su masa M, su carga eléctrica total e y su momento angular L.
Se conjetura que en el centro de la mayoría de las galaxias, entre ellas la Vía Láctea, hay agujeros negros supermasivos.4 La existencia de agujeros negros está apoyada en observaciones astronómicas, en especial a través de la emisión de rayos X por estrellas binarias y galaxias activas.



Proceso de formación

Los agujeros negros proceden de un proceso de colapso gravitatorio que fue ampliamente estudiado a mediados de siglo XX por diversos científicos, particularmente Robert Oppenheimer, Roger Penrose y Stephen Hawking entre otros. Hawking en su libro divulgativo de 1988 titulado en español Historia del tiempo: del Big Bang a los agujeros negros repasa algunos de los hechos bien establecidos sobre la formación de agujeros negros.

Proceso de formación

Los agujeros negros proceden de un proceso de colapso gravitatorio que fue ampliamente estudiado a mediados de siglo XX por diversos científicos, particularmente Robert Oppenheimer, Roger Penrose y Stephen Hawking entre otros. Hawking en su libro divulgativo de 1988 titulado en español Historia del tiempo: del Big Bang a los agujeros negros repasa algunos de los hechos bien establecidos sobre la formación de agujeros   negros.


Proceso de formación

Los agujeros negros proceden de un proceso de colapso gravitatorio que fue ampliamente estudiado a mediados de siglo XX por diversos científicos, particularmente Robert Oppenheimer, Roger Penrose y Stephen Hawking entre otros. Hawking en su libro divulgativo de 1988 titulado en español Historia del tiempo: del Big Bang a los agujeros negros repasa algunos de los hechos bien establecidos sobre la formación de agujeros negros.
Añadir leyenda
 Según Stephen Hawking, en los agujeros negros se viola el segundo principio de la termodinámica, lo que dio pie a especulaciones sobre viajes en el espacio-tiempo y agujeros de gusano. El tema está siendo motivo de revisión; actualmente Hawking se ha retractado de su teoría inicial y ha admitido que la entropía de la materia se conserva en el interior de un agujero negro (véase enlace externo). Según Hawking, a pesar de la imposibilidad física de escape de un agujero negro, estos pueden terminar evaporándose por la llamada radiación de Hawking, una fuente de rayos X que escapa del horizonte de sucesos.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Biodiversidad

El Dr. Joe Pawlik, biólogo marino de la Universidad de Carolina del Norte, estudia las esponjas gigantes de la especie barril que crecen en los arrecifes coralinos del Caribe.
Es sorprendente que sepamos tan poco acerca de criaturas marinas tan grandes.
Joe Pawlik: Nos recuerdan árboles tan enormes que un buzo podría meterse en la cavidad que tienen en el centro. Estas esponjas están entre los organismos vivientes conocidos más antiguos del planeta.
Le preocupa el impacto de la acidificación de los océanos en los frágiles corales, que desde el año 2000 han disminuido, mientras que la población de las esponjas gigantes ha crecido más del 40%.
Joe Pawlik: Cuando la gente habla sobre la necesidad de ir al espacio porque ya sabemos lo que está pasando en este planeta, no es necesariamente cierto. Tenemos que aprender más sobre las profundidades del océano.

lunes, 7 de marzo de 2011

Descubren galaxia de 600 millones de años

El objeto conocido más viejo del universo hasta hoy, es una galaxia muy pequeña, descubierta en el año 2010. Los astrónomos creen que vemos a esta galaxia tal como era apenas 600 millones de años después del Big Bang- la explosión que le dio vida a nuestro universo.
La galaxia contiene estrellas muy nuevas, masivas y brillantes. Los astrónomos miden su luz para determinar que tan lejos está. La distancia les permite estimar la edad aproximada de dicha galaxia.
Eso es porque la distancia y el tiempo en el universo están relacionados. Cuando vemos objetos que se encuentran muy lejos, también los estamos viendo tal como eran en el pasado.
De esta manera, los estudios de las primeras galaxias nos hablan del universo hace mucho, mucho tiempo.
Agradecemos a la Fundación Nacional de la Ciencia, donde comienzan los descubrimientos.
http://espanol.earthsky.org/el-espacio/el-objeto-conocido-como-el-mas-antiguo-del-universo

miércoles, 2 de marzo de 2011

"El mono de nariz chata"


El abundante pelaje del mono de nariz chata de China es de gran ayuda
en los inviernos crudos. Su rostro extraño también podría ayudar.

Encaramado en un árbol en la Reserva Natural Nacional de Zhou Zhi, este mono
dorado de nariz chata tiene menos de dos años. Alcanza su madurez a los siete.
*
Por Jennifer S. Holland / Fotografías de Cyril Ruoso

Oculto en lo alto de las montañas Qin Ling, en el centro de China, un ágil primate de rostro peculiar ha conquistado un paisaje implacable. El mono dorado de nariz chata es una de cinco especies afines, vestigios de lo que una vez fueron poblaciones extensas cuyos grupos taxonómicos se redujeron por el cambio climático tras la última época glaciar. Los grupos que han resistido, viviendo en bandas territoriales que pueden rebasar los 400 ejemplares, han disminuido nuevamente por tala, asentamientos humanos y cazadores. Muchos han sido obligados a aislarse a grandes altitudes, donde capean inviernos prolongados a casi 3,000 metros.
Quedan unos 20,000 ejemplares de la especie de pelaje dorado. Unos 4,000 en la región montañosa donde las autoridades chinas crearon la Reserva Natural Nacional de Zhou Zhi para proteger la especie. Al vivir dentro y fuera de los límites de la reserva, los Rhinopithecus roxellana, cuyo nombre en latín supuestamente se inspiró en una concubina de nariz chata de un sultán del siglo xvi, han hecho grandes adaptaciones para sobrevivir: subsisten a base de líquenes escasos en proteínas y cortezas cuando los árboles ya no tienen hojas. Sus grandes redes sociales los ayudan a rechazar a los depredadores, como la pantera nebulosa.
Las madres tienen mayor jerarquía que las hembras estériles; los machos con múltiples parejas tienen una categoría alta. Lo mismo ocurre con los machos “valientes y perseverantes”, afirma Qi Xiao-Guang, biólogo de la Universidad del Noroeste en Xi’an. Las bandas pueden chocar cuando los territorios se traslapan. Los animales territoriales, como estos primates, muchas veces alardean en vez de atacar, sobre todo para protegerse.
¿Por qué esa cara? Nadie está seguro, pero Nina Jablonski, primatóloga de la Universidad Estatal de Pensilvania, sugiere que el hocico plano evolucionó para combatir el frío extremo, “lo que causaría la congelación de una nariz carnosa, expuesta y sin pelo”.

¿Por que los peces no se resisten?


En aguas frente a las costas de Carolina del Norte, en el Santuario Marino Nacional Flower Garden Banks, en el Golfo de México, pilares de acero que soportan una plataforma petrolera forman un arrecife vertical incrustado de esponjas tubo (der.).

Por Stephen Harrigan / Fotografías de David Doubilet
Al General Hoyt S. Vandenberg le llevó apenas poco más dos minutos hundirse en el fondo del océano. Una mañana despejada de mayo de 2009, a 11 kilómetros de Cayo Hueso, Florida, una serie de estruendos apagados hicieron erupción desde el interior del casco del navío, donde se habían colocado en sus profundidades 46 cargas explosivas por debajo de la línea de flotación. El penetrante olor a pólvora se dispersó en la brisa y comenzó a elevarse un velo oscuro de humo negro; sin embargo, durante un momento prolongado el barco no pareció registrar la sacudida. Permaneció a flote, con sus 159 metros de eslora, un casco oxidado, retirado de servicio, y dos antenas de radar inservibles que dominaban sobre la superficie del mar.
Entonces, mientras los helicópteros de los noticiarios describían círculos en el aire y un grupo de curiosos miraban desde embarcaciones que holgazaneaban más allá de la zona de las detonaciones, el Vandenberg descendió lentamente en el Atlántico, permaneciendo perfectamente horizontal hasta que por fin la proa se inclinó y la popa se elevó, sin dejar nada más que una extensión de agua blanca. “¡Esta tarde habrá peces viviendo en esos restos!”, señaló Joe Weatherby, el hombre que encabezó el enorme proyecto de hundir el Vandenberg y convertirlo, con el paso del tiempo, en un arrecife artificial que atraería a buzos y pescadores a Cayo Hueso.
Ciertamente, el Vandenberg no es el primer barco en ser hundido de manera deliberada para crear un arrecife artificial. Las aguas frente a los Cayos de Florida se han convertido en panteón de los guardacostas Duane y Bibb, así como del buque de desembarco de la marina de Estados Unidos Spiegel Grove, y en el fondo arenoso, unos 30 kilómetros mar adentro desde Pensacola, se halla un portaaviones completo, el USS Oriskany, el mayor barco hundido de manera intencional para crear un arrecife artificial. Se han sumergido, o para emplear la jerga adecuada, desplegado, decenas de buques de carga de la Segunda Guerra Mundial, conocidos como Barcos de la Libertad, a todo lo largo de las costas del Golfo de México, el Atlántico y el Pacífico.
Personas de todo el mundo saben desde hace mucho que los sitios de naufragios son lugares excelentes para la pesca y, por lo menos desde los años treinta del siglo xix, los pescadores estadounidenses construyeron arrecifes artificiales ex profeso con troncos entrelazados. En nuestra época, los materiales de los arrecifes “hágalo usted mismo” han tendido a ser cachivaches descartados: refrigeradores viejos, carritos de compras, automóviles abandonados, máquinas expendedoras descompuestas. Casi cualquier cosa que pueda hundirse tiene posibilidades de convertirse en un arrecife artificial. Incluso los sancionados oficialmente han sido creados con materiales a todas luces raros, como vagones de metro retirados de servicio, tanques antiguos, transportes blindados de personal, plataformas de perforación petrolera, así como módulos parecidos a colmenas, especialmente diseñados, denominados Reef Balls (bolas de arrecife).

***Cosas peculiares, imagenes reales***

Paris.-En una cámara arenosa conocida como la playa, una ola rompe sobre una pared pintada (y repintada) al estilo del caligrafista japonés Hokusai.Estos trabajos pueden tomar cientos de horas de trabajo, y también, mucho dinero en material de trabajo. F.  Stephen Alvarez

Golfo de México.- Un pez ballesta gris posa para la cámara durante su paseo por cajas de pollo viejas, una de las muchas superficies permitidas como arrecifes artificiales y que benefician la pesca recreativa. F. David Doubilet


 Golfo de México.- Las enormes provisiones de petróleo y gas natural de las plataformas marítimas proveen de un habitat a peces como este mosaico blenny, en el santuario marino de Flower Garden Banks. F. David Doubilet

Por Margaret G. Zackowitz
“Un columpio como este emociona al más indiferente”, afirmaba el pie de esta fotografía  ̶ que dejó sin identificar a quien se columpiaba  ̶  de “El país del aserrín y la lentejuela”, artículo sobre los circos publicado en la edición de octubre de 1931 de National Geographic. El autor, Francis Beverly Kelley, no tomaba a la ligera esas presentaciones. “No existen los animales salvajes domados -escribió-. Puedes entrenarlos, pero nunca estarás seguro de que estén domados. Entrenadores que han confiado de más en sus ‘pupilos’ de la jungla se han quedado atrás, en posición horizontal, mientras los grandes trenes del espectáculo se alejan con estruendo hacia la siguiente ciudad”.

En el mundo




Reino Unido.- En los bancos de Loch Tulla, en las Tierras Altas de Escocia, árboles esculpidos por el viento aparecen momentáneamente durante una nevasca. Montones de polvo y el frío extremo hicieron del invierno pasado uno de los más crudos de la región en décadas. (Billy Currie Photography/Getty Images)
Estados Unidos.- Uquq, morsa del Pacífico de 16 años rescatada de la costa de Alaska, se entretiene bajo el agua en Six Flags Discovery Kingdom, de California. Solo 18 morsas viven en cautiverio en Estados Unidos y los nacimientos entre ellas son raros. (Pete Barret)
España.- Un paseo vespertino en Barcelona se convierte en un estudio en blanco y negro durante una rara nevada en marzo pasado. Las temperaturas en la ciudad, en la costa mediterránea, suelen estar entre los 10 ° y 15 ° C en esta época del año. (Josep Lago, AFP/Getty Images)
Por Catherine Zuckerman
El delfín rosado de Bolivia es el único cetáceo de ese país sin acceso al mar, un espécimen colorido pero desprotegido conocido localmente como bufeo. No sorprende entonces que científicos y ambientalistas se movilizaran rápidamente la primavera pasada después de que 20 de esos mamíferos se atoraran en una parte de unos 800 metros de longitud y 1.5 metros de profundidad del río Pailas, afluente del río Grande, asolado por la sequía.
Para agosto se había puesto en marcha un rescate. Trabajadores dirigidos por Enzo Aliaga-Rossel (arriba, extremo izq.) y otro zoólogo pasaron 12 días subiendo delfines a botes con redes de pesca y cubriéndolos con trapos húmedos. Luego los pusieron en tanques dentro de camiones forrados con colchones y los transportaron durante tres horas, por tierra y agua, a un lugar en el río Grande. Todos se salvaron, dice Aliaga-Rossel, y agrega que una conciencia mayor es clave para el futuro del bufeo rosado.